La Tripulacion

Saga y Cecilia se conocieron en Rosario, Argentina. Saga recién llegaba de dar la vuelta al mundo en un barco de 43’ y con su espíritu aventurero cautivo a Cecilia. Juntos decidieron partir al Mediterráneo para trabajar a bordo de veleros y así hacer de su pasión su trabajo.

En el 2004 llego Inés, en el 2005 Martín y en el 2008 Tomas.

Y en el 2010 llego el Express Crusader. Nuestro sexto integrante de la familia, dispuesto a llevarnos a recorrer el mundo, descubrir cosas en familia y sobre todo descubrirnos nosotros. Y como toda singladura, abiertos a disfrutar lo que toque.

lunes, 25 de junio de 2012

Porroig, Ibiza

Ibiza es siempre como un remanso de paz, calro, si se saben encontrar esos lugares y huir del chunga, chunga, chunga de la marcha nocturna.
Porroig es uno de esos lugares. Navegamos desde Cala Saona con solo la genoa, un amigo que pasaba por ahí nos sacó la foto. Saga lo bautizó navegar a lo patachero porque no hace falta sacar la funda de la mayor ni subirla. Con solo abrir la genoa desde el cokpit ya navegamos suavecito de una isla a la otra.
El puertito de Porroig son unos cuantos embarcaderos declarados patrimonio. Es una belleza.
Una noche hicimos un Marmitako con un atun pescado en altamar y lo llevamos a la playa para compartir con unos cuantos amigos que vinieron a vernos. Fue una noche maravillosa. Comparto la foto sacada x el mismo amigo fotógrafo.



lunes, 4 de junio de 2012

38 grados Norte 20 grados Oeste

Bueno, arrancamos.
Cuando tenga de nuevo internet voy a subir todo el relato de los días que pasamos en Azores. En tierra el tiempo vuela!
Zarpamos y nos costó salir. EL puerto de Horta es un lugar de encuentro de todos los barcos que van haciendo lo mismo que nosotros así que cada día era conocer o volver a encontrar a un barco y compartir experiencias. Conocimos gente que solo conocíamos su vos por radio, los españoles del barco "Aurin" y los argentinos del "Foro", nos volvimos a encontrar con los irlandeses del "Asteroid" así que los chicos jugaron con su hijo Jack nuevamente y nosotros compartimos una linda cena a bordo de su barco. Nos volvimos a encontar con Judy del "Wild Women", wild, wild Judy y su amigo Hobby, un mallorquin encantador que conocimos por Inés en Dominica una noche en la playa. Los chicos se hicieron amigos de Chris, u chico de Dinamarca que hacía dos años que estaba navegando con los padres y ahora estaban regresando a su casa, Chris se pasó todos los días, todo el día en nuestro barco jugando a la consola, o Nintendo, en su barco no tenían nada de juegos y eso me dio que pensar...Y conocimos a Thierry, oh, Thierry, llegó a Azores con el barco lleno de agua después de un encontronaso con una ola horrible que le rompió todo y él seguía riendo y vino a cenar a bordo y trajo una lata toda oxidada por el agua que le entró en el barco y que dentro tenía un foie espectacular! Bueno, no termino mas...
Y zarpamos el sábado rumbo a Cadiz y el mar está buenito, sin olas y el viento perfecto, por el través, de 20 nudos. Un lujo. Vamos super cómodos y muy rápido. EL sol todavía no sale pero no va a tardar mucho. Ya se empieza a sentir el calorcito de a poco, hoy el termómetro marcó 20 grados, va mejorando la cosa.

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viernes, 1 de junio de 2012

Centro de Ballenas





Nos fuimos con los chicos de excursión al Centro de Estudios Marinos de las Azores que funciona en una antigua fábrica de aceite de ballenas, glup.
La fábrica comenzó a funcionar en los años 40 y fue financiada por los americanos que necesitaban el aceite. Desde los 40 hasta los 70 mataron 1950 ballenas.
Para localizar a las ballenas había dos persona (“avistadotes”)en lo alto de la montaña mirando al mar y cuando aparecía una se llamaban por radio con el velero que estaba rondando por ahí esperando la señal. Ahora siguen los “avistadotes” esperando las ballenas para salir con los barcos de oceanógrafos y turistas.
Para darle caza a las ballenas usaban unos barcos de velas cuadras que iban navegando a la par de la ballena hasta que le clavaban un arpón unido a un cabo. Ahí bajaban las velas y el palo y se dejaban arrastrar por la ballena enfurecida hasta que ésta se cansaba y salía a la superficie. Entonces le clavaban otros arpones hasta darle en el corazón y matarla. Toda una aventura suicida. No pude saber cuántos se murieron haciendo éste trabajo de locos. Pero no deben haber sido pocos.
Una vez llevada la ballena a la fábrica la cortaban en pedacitos, la calentaban y sacaban el aceite. Con la carne y huesos hacían comida para animales.
Los chicos miraron todo con mucho interés. Tocaron los huesos de las ballenas, se subieron a las calderas e hicieron que trabajaban toda la tarde.
También había una exposición de fotos de un fotógrafo submarinista. Había unas fotos increíbles de ballenas, mantas, tortugas, tiburones. Y también un video de una caza de ballena.
La tarde la terminamos haciendo un picnic frente al puerto donde los chicos jugaron en el pasto revolcándose hasta cansarse. Y de ahí corriendo a la ducha porque les picaba todo!