La Tripulacion

Saga y Cecilia se conocieron en Rosario, Argentina. Saga recién llegaba de dar la vuelta al mundo en un barco de 43’ y con su espíritu aventurero cautivo a Cecilia. Juntos decidieron partir al Mediterráneo para trabajar a bordo de veleros y así hacer de su pasión su trabajo.

En el 2004 llego Inés, en el 2005 Martín y en el 2008 Tomas.

Y en el 2010 llego el Express Crusader. Nuestro sexto integrante de la familia, dispuesto a llevarnos a recorrer el mundo, descubrir cosas en familia y sobre todo descubrirnos nosotros. Y como toda singladura, abiertos a disfrutar lo que toque.

martes, 11 de septiembre de 2012

Nos vamos a gateras


El Express Crusader se va a la gatera.
Estamos navegando rumbo a Mallorca y ahí vendrá mi mama a visitarnos un mes. El barco irá a Puerto, algo a lo que estamos nada acostumbrados pero ahora es necesario. Mi mama es lo menos propensa a un barco que he conocido. Lo suyo es un piso y estar cerca del centro. Así que allá vamos. Haremos uso y abuso del lavarropas, esa cosa que da vueltas y por arte de magia te devuelve la ropa apestosa y húmeda de sal con un rico olorcito a limpio.
Al estar a bordo, y no bañarnos tanto, por no decir nunca, el olfato se refina, se limpia de perfumes por así decirlo y cuando bajamos a la playa y pasa la gente caminando se le siente el olor del jabón o el shampoo. Es raro.
Pondremos una pausa en el viaje. Estaremos un mes sin navegar, al menos que convenzamos a mi mama a salir a alguna playa, la esperanza siempre está.
Y disfrutaremos de mi mama, abuela de mis hijos, esa persona con la que luché tanto tiempo por mi libertad y que ahora me doy cuenta que me ayudó a hechar raíces en este mundo, que sino hubiese salido volando.

La foto que nunca saqué


Ya caía el atardecer en Cala Saona. Habíamos ido con los chicos al costado de la playa, junto a unas rocas, donde ellos pescan y nosotros disfrutamos de un poco de soledad. Es un rinconcito donde se juntan unos cuantos nudistas y nosotros, con todos nuestros trajes de baño. Está bueno porque siempre hay alguno tocando la guitarra, haciendo una meditación, tiene onda el lugar. Si bien Formentera da mucho para tragarse un pedo místico, es indudable que rebosa energía.
A lo que iba. Cuando atardecía estábamos de Nuevo en la playa y habíamos llevado la tabla de surf para que los chicos jueguen, a veces la llevamos a remolque con el dinguie y ellos van arriba haciendo payasadas.
Martín se fue al agua con la tabla y el cielo se empezó a poner de ese color rojo fosforito y con las mini olas Martín empezó a surfearlas y a remar mar adentro. Desde donde estábamos sentados nosotros, remaba en dirección al sol lo que hacía la foto insuperable.
Fue una de esas fotos que nunca sacaste pero que te quedan grabadas en la memoria para siempre. Le decía a Saga, que despotricaba por no haber tenido la cámara, que menos mal que no sacamos la foto porque así lo recordaremos mucho más. Nos pasa que cuando sacamos la foto la guardamos en el disco duro y no en nuestra memoria. Esta vez es diferente.

Raones en Formentera


Nos despertamos bien temprano, para nosotros se entiende, tipo 9. Desayunamos bien, como corresponde a todo buen pescador que se precie y esperamos que apareciera nuestro amigo Jesús. El de la cruz no, un amigo que es local de Formentera, no hay muchos, este es uno. Tiene una tienda de ropa, muy recomendable. Se llama Costa Formentera.
Al rato apareció por Cala Saona con su lancha de 200 HP, los chicos estaban contentísimos, acostumbrados a ir a dos por hora en nuestro dinghie, subirse a una lancha rápida es tocar el cielo.
Navegamos muy poquito, solo salir de Cala Saona hay un banco de Raones (no se lo cuenten a nadie!). Los Raones son unos pescaditos multicolor, deliciosos. Tienen una veda que dura todo el verano hasta el 1 de Septiembre cuando todos los fanas se tiran de cabeza al mar para pescarlos.
Y ahí estábamos nosotros. Se pesca con un anzuelo muy pequeño y con un trocito de gamba, si son muy finos los bichos.
Preparamos todos los anzulos, carnadas, apagamos motor y tiramos al agua. Al segundo Martín grita que había pescado, al segundo. Levantó la caña, que tiene 3 anzuelos y en los 3 había pescado.
Pasamos la mañana en la barca, demás está decir que yo no pesqué ni uno, soy un queso declarado. Pero nos volvimos a nuestro barco y con algunos pescaditos que juntamos preparé un fumet e hice un arroz que estaba de muerte junto con los pescaditos hechos vuelta y vuelta en aceite muy caliente, como manda la tradición.
Comer pescado recién sacado es uno de los placeres de esta vida, para qué negarlo. Matar bichos no es lo mío, será que comerlos sí.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Y qué más?

Me dió mucha risa leer un comentario en la nota de rosario3 que eramos unos caretas. No sé cuál sería la definición exacta pero si ser careta es llevar la vida que llevo, perfecto. Quiero seguir siendo una careta bárbara y cada día perfeccionaré el estilo.
Mucha gente piensa que para ser feliz tiene que hacer un cambio radical en su vida. Nosotros sin lugar a dudas lo hemos hecho pero solo para descubrir que la felicidad está siempre presente, en todo estilo de vida. No hace falta nada, solo descubrirlo. Claro que desenterrar ese conocimiento muchas veces lleva tiempo, esfuerzo y, por qué no, un cambio radical pero no nos engañemos. A bordo no siempre es un eden , hay días chungos como en cualquier parte del planeta. La diferencia está en verlo desde otro punto de vista y seguir aprendiendo. En mi caso, a ser careta.Ja!

Mercadillo Ambulante

Los otros días fuimos con los chicos a Es Pujol, un pueblo de Formentera donde hay una feria hippie o mercadillo. Inés se recorrió cada puesto, prestando atención a todo.
Por supuesto, mi histeria de madre me decía que le tenía que repetir a cada rato No toques, no molestes pero me controlé y la dejé sola. SOLA. Le pedí que cuando terminara volviera a la pizzería donde estábamos cenando. Claro que mis nervios subían y bajaban a la par que Saga trataba de calmarme, largarle las riendas a los hijos cuesta, ahhh
Volvió rozagante después de casi una hora, se hizo amiga de todos los vendedores y obtuvo información de todos los puestos. Al llegar al barco era tarde pero quizo quedarse despierta. Sacó marcadores, tijeras, cartones y pensé que estaba haciendo pulseras para vender. A veces se ponen a vender puleras y collares en las playas. Pero no, estaba produciendo un EXPOSITOR. Copió el modelo de la feria para colgar todos los collares con alfileres y que se vean bien. Forró un cartón (con un pareo miro, ehhhh...) y al otro día se fue a la playa con todas las pilas puestas.
Vendió todas las cosas. Todas. A un euro cada una. Volvió con 18 euros...Y mas feliz que un pepino!

martes, 4 de septiembre de 2012

Solo quedamos unos pocos



El verano estuvo buenísimo, mar calma, poco viento, justo lo que deseábamos en el medio del Atlántico cuando soplaban 40 nudos. Y ahora viene lo mejor, la gente ya se va para su casa, después de las vacaciones no queda nadie en las playas pero el agua sigue estando caliente asi que esto se transforma en un verdadero paraíso. Pocas playas que conozco son tan lindas como las de Formentera. El agua tiene un color turquesa que encandila, es transparente como una pileta, el cielo es azul profundo y los atardeceres son espectaculares. Bueno, siempre y cuando no se ponga otro barco justo delante como nos pasó los otros días. Por la mañana empezamos a hacer gimnasia, los chicos aprendieron de su prima el saludo al sol y todos disfrutamos del yoga. Para los chicos, la parte de yoga dura unos minutos y despues se transforma en lucha y karate, nosotros tratamos de seguir un poco mas!

lunes, 3 de septiembre de 2012

En la prensa

Nos hicieron una nota en Rosario3!! http://www.rosario3.com/noticias/noticias.aspx?idNot=116565&Contra-viento-y-marea:-una-familia-rosarina-vive-en-un-velero