La Tripulacion

Saga y Cecilia se conocieron en Rosario, Argentina. Saga recién llegaba de dar la vuelta al mundo en un barco de 43’ y con su espíritu aventurero cautivo a Cecilia. Juntos decidieron partir al Mediterráneo para trabajar a bordo de veleros y así hacer de su pasión su trabajo.

En el 2004 llego Inés, en el 2005 Martín y en el 2008 Tomas.

Y en el 2010 llego el Express Crusader. Nuestro sexto integrante de la familia, dispuesto a llevarnos a recorrer el mundo, descubrir cosas en familia y sobre todo descubrirnos nosotros. Y como toda singladura, abiertos a disfrutar lo que toque.

martes, 24 de julio de 2012

Living La Vida Loca


Hace un montonaso que no escribo, es verdad, mea culpa. Lo cierto es que después de descubrir tantas cosas nuevas estamos ahora en Mallorca, tierra conocida.
Una amiga me insiste en que debería escribir más, que lo que a mi me parece mundano no lo es. Pero no sé si es eso. Pasan tantas cosas igualmente que tendría que tomarme medio día para escribir todo. Y claro, lo tendría que sumar a todas las listas inconclusas.
Nuestra energía últimamente está en encontrar un ritmo mínimo, un ritmo que podamos llevar todos. Tratamos por la mañana de levantarnos, desayunar y trabajar cada uno en lo suyo. Los chicos obviamente necesitan de nosotros para sentarse un rato a escribir, hacer cuentas, etc. Y entre que voy limpiando, Saga haciendo las camas, lavando ropa, etc. vamos haciendo un dictado, atendemos el teléfono de gente que quiere ofrecernos trabajo y no sé cómo vamos esquivando el bulto!
El ritmo lo vamos logrando de a poco, los chicos lo agradecen también. Llega un punto en el que se aburren y nosotros también. Somos grandes defensores del laissez faire pero creo que un mínimo encuadre es beneficioso para todos. Así que dividimos tareas oficialmente. Saga se encarga de guardar las sábanas, sí, desarmamos las camas CADA día porque los chicos usan las camas como lugar de juego y como las sábanas se lavan a mano, se cuidan, se hacen durar. Saga también prepara el desayuno, eso cuando no se hace el distraído pero yo me encargo de quedarme en la cama hasta sentir el olorcito de las tostadas y recién ahí aparezco en escena. Y Saga también lava la ropa. Sí, gente, se vino la revolución femenina. Yo mientras, leo Facebook y esas cosas importantes.  Después de desayunar, o sea, cuando ya me siento algo parecido a un humano, limpio lo del desayuno, arreo la prole a lavase los dientes, etc. y nos sentamos a trabajar un poco. Del resto de las comidas me encargo yo. Y en este barco es bien sabido que SE COME. No hay excusas de falta de espacio o presupuesto.
Y hablando de presupuesto, en unos días me tenía que ir a trabajar una semana y se canceló a último momento. Para este trabajo tenía que viajar con el bolso de mano lleno de caviar, sí beluga. Los clientes lo pidieron y donde está el barco no hay así que me habían pedido que lo llevara yo, con su posterior reembolso. MENOS MAL que no lo compré porque hoy se canceló el trabajo y me tendría que haber comido 700 euros de huevos de pescado, por huevona…
Y me pongo a pensar esto que dice mi amiga de que nuestra vida diaria no es muy ordinaria (como sinónimo de común, entendé? vo?) y creo que al final va a tener razón.

2 comentarios:

  1. Definitivamente, al menos para quienes vivimos en tierra, tu vida no tiene nada de ordinaria!!!
    Siempre es un placer leerte Ceci!

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  2. no, no es común. por ejemplo hace mucho que no nos contás cómo planificas los menúes! que están comiendo? menos mal que no compraste el caviar!!! aunqe pienso en la combinacion del uo a uno argento, caviar, manteca y galletitas express y se me hace agua la boca

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