Navegamos toda la noche desde Palma con una noche sin luna así que las estrellas cada pedazo de cielo que había.
Fuimos directo a Cala Saona, uno de los sitios que mas nos gusta del Mediterráneo y donde decidimos comenzar con nuestra gran familia allá en junio del 2004.
Tiramos el último borde y fondeamos. Había unos 10 barcos y acostumbrados a ver siempre sobre los 30 nos pareció la gloria. Nos tiramos al agua y el agua es tan transparente y turquesa que los chicos no lo podían creer. Con las máscaras miramos lenguados y peces cinta.
Nos vino a visitar un amigo, Jesús Costa y por la noche fuimos a pasear al puerto de La Sabina.
Otro día fondeamos en Ibiza. Paseamos por el casco antiguo, fuimos al mercado y nos tomamos un súper desayuno en “Croissant Show”! Uhm!
La isla en ésta época del año está en su punto justo, todavía hace calor pero no hay gente. La verdad es que daba ganas de quedarse pero queríamos zarpar con tiempo y llegar tranquilos a Fuengirola para esperar a mi mamá.
Así que partimos. La travesía estuvo bien, hicimos todo a vela, lo que fue un cambio después de tanto motor en Cerdenya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario