Miro las fotos de las últimas semanas y se repiten en una secuencia de playa, amanecer, barco, playa, amanecer, barco, etc.
Las últimas semanas estuvimos acompañados por unos amigos de Rosario que nos vinieron a visitar con sus dos hijas. Este tiempo hicimos ritmo “de vacaciones” si es que cabe la diferencia.
Estuvimos por las British Virgin Islands, ya llevamos unas cuantas semanas por acá y no se nos ve muy apurados. Las islas son lindas pero nada espectacular. Lo que menos me gusta es que no hay una identidad, estamos en territorio británico pero podríamos estar en USA, está todo bastante globalizado. El salario de la gente es alto y se los ve que viven muy tranquilos. Hay muchísimo turismo. Todas las empresas de charter están acá y lo tienen muy bien organizado. El clima es buenísimo y hay islas muy cerca una de otra para poder navegar cómodamente. Pero pasa que los que vivimos a bordo de un barco buscamos a otras familias similares que es muy diferente a la gente que viene por una o dos semanas.
Toda la comida viene de diferentes partes del mundo. El jugo es de Nueva Zelanda, la manteca de USA, el pollo de chile, el queso francés. Y alguien puede avisar que manden aceite de girasol que no encuentro? A veces tenemos suerte y encontramos algunas bananas locales o una papaya perdida, o un ananá pero esos libros de comida caribeña no sé de dónde sacan los ingredientes porque yo todavía no encontré ningún comestible del lugar.
De las cosas que mas nos gusta de vivir a bordo es que nos levantamos cuando tenemos ganas, desayunamos durante horas y después cada uno hace lo que tiene que hacer: Saga y yo hacemos nuestros trabajos de a bordo y los chicos se ponen a leer o pintar o estudiar. Cuando nos cansamos o terminamos bajamos todos a la playa o nos vamos de paseo a conocer el lugar o de compras. Siempre falta algo, ja! Y cuando Saga va de compras se lleva alguno de los chicos y por supuesto, se toman un helado en el camino. Ahora sacan turno para acompañarlo!
Los chicos están cada vez mas entusiasmados con el buceo. Con Inés leímos un libro de los peces, moluscos, esponjas y corales del Atlántico y ahora me va contando con nombre y apellido todas las cosas que va viendo. Ya diferenciamos las esponjas de algunos corales que se le parecen y aprendimos que eso que nos pica cuando nos metemos en el agua son unos peces llamados chupasangres, guau! Y también vimos muchas rayas de todos los tamaños.
Y ahora me voy a sacar mas fotos. Hay un atardecer fantástico.