La Tripulacion

Saga y Cecilia se conocieron en Rosario, Argentina. Saga recién llegaba de dar la vuelta al mundo en un barco de 43’ y con su espíritu aventurero cautivo a Cecilia. Juntos decidieron partir al Mediterráneo para trabajar a bordo de veleros y así hacer de su pasión su trabajo.

En el 2004 llego Inés, en el 2005 Martín y en el 2008 Tomas.

Y en el 2010 llego el Express Crusader. Nuestro sexto integrante de la familia, dispuesto a llevarnos a recorrer el mundo, descubrir cosas en familia y sobre todo descubrirnos nosotros. Y como toda singladura, abiertos a disfrutar lo que toque.

viernes, 20 de enero de 2012

Mas que vida un vidón


Miro las fotos de las últimas semanas y se repiten en una secuencia de playa, amanecer, barco, playa, amanecer, barco, etc.
Las últimas semanas estuvimos acompañados por unos amigos de Rosario que nos vinieron a visitar con sus dos hijas. Este tiempo hicimos ritmo “de vacaciones” si es que cabe la diferencia.
Estuvimos por las British Virgin Islands, ya llevamos unas cuantas semanas por acá y no se nos ve muy apurados. Las islas son lindas pero nada espectacular. Lo que menos me gusta es que no hay una identidad, estamos en territorio británico pero podríamos estar en USA, está todo bastante globalizado.  El salario de la gente es alto y se los ve que viven muy tranquilos. Hay muchísimo turismo. Todas las empresas de charter están acá y lo tienen muy bien organizado. El clima es buenísimo y hay islas muy cerca una de otra para poder navegar cómodamente. Pero pasa que los que vivimos a bordo de un barco buscamos a otras familias similares que es muy diferente a la gente que viene por una o dos semanas.
Toda la comida viene de diferentes partes del mundo. El jugo es de Nueva Zelanda, la manteca de USA, el pollo de chile, el queso francés. Y alguien puede avisar que manden aceite de girasol que no encuentro? A veces tenemos suerte y encontramos algunas bananas locales o una papaya perdida, o un ananá pero esos libros de comida caribeña no sé de dónde sacan los ingredientes porque yo todavía no encontré ningún comestible del lugar.
De las cosas que mas nos gusta de vivir a bordo es que nos levantamos cuando tenemos ganas, desayunamos durante horas y después cada uno hace lo que tiene que hacer: Saga y yo hacemos nuestros trabajos de a bordo y los chicos se ponen a leer o pintar o estudiar. Cuando nos cansamos o terminamos bajamos todos a la playa o nos vamos de paseo a conocer el lugar o de compras. Siempre falta algo, ja! Y cuando Saga va de compras se lleva alguno de los chicos y por supuesto, se toman un helado en el camino. Ahora sacan turno para acompañarlo!
Los chicos están cada vez mas entusiasmados con el buceo. Con Inés leímos un libro de los peces, moluscos, esponjas y corales del Atlántico y ahora me va contando con nombre y apellido todas las cosas que va viendo. Ya diferenciamos las esponjas de algunos corales que se le parecen y aprendimos que eso que nos pica cuando nos metemos en el agua son unos peces llamados chupasangres, guau! Y también vimos muchas rayas de todos los tamaños.
Y ahora me voy a sacar mas fotos. Hay un atardecer fantástico.

jueves, 19 de enero de 2012

Hoy nos despertamos con sirenas


Hoy nos levantamos con sirenas pero de la policía del aeropuerto. A las 8.30 la sirena de un coche del aeropuerto nos llamaba desde la playa pidiéndonos que nos moviéramos porque entorpecíamos el aterrizaje. Estábamos en el lugar ideal salvo que se ve que molestábamos a los aviones que aterrizaban a pocos metros nuestros. Ay, la felicidad nunca es perfecta…
La bahía está bien protegida del viento y mar que hubo estos días y no había nadie salvo un barco fondeado y cerrado dentro de una laguna rodeada de corales. La playa está llena de palmeras y el agua es muy tranquila, una pileta. Tomás es quien mas la aprovechó, cada día se suelta más a nadar. Jugamos con Victoria, Sofía y los chicos a Marco Polo y estuvo buenísimo.
Y además, teníamos Wifi de unas casas de veraneo que había cerca. Saga, como siempre, se fue a averiguar la clave y conoció al conserje que era súper simpático. Cada conexión a Internet la aprovechamos al máximo. El tiempo vuela entre subir fotos, mandar mails, hablar por Skype con los abuelos e intentar leer alguna noticia para tratar de estar colgados de nuestra palmera de una forma mas informada, ja!
Ayer por la mañana se desembarcaron nuestros amigos. Saga los llevó con el dinghie hasta la playa y ahí los buscó el taxi que habíamos pedido para ir al aeropuerto. Y después de eso diluvió. Fue el primer día completo de lluvia y vino bárbaro. No solo porque teníamos Internet sino porque necesitábamos todos un poco de vida de a bordo. Lo disfrutamos muchísimo.
A la tardecita, la hora de la peli, nos tocaba elegir a Saga y a mí y yo primero vi un capítulo de House. Pensé que los chicos no iban a durar ni dos minutos y se lo tragaron de lo mas fascinados. Nunca habían visto nada “de mayores” y las preguntas no paraban. Y después vimos Wall Street 2. Y también nos inundaron con preguntas. Inés se emociona con cualquier cosa. En una parte que la hija se amiga con el padre la miro a Inés y estaba llorando! Cada día está mas Susanita (la de Mafalda).
Y hoy, después de levantar el ancla, nos volvimos para Bitterend que está bien protegido.
Cuando llegamos, los chicos se tiraron al agua y cumplieron con la tradición de a bordo de ir a tocar la cadena del ancla. El que toca la cadena se gana un helado. Esta vez Tomás me pidió el chaleco salvavidas y quiso ir conmigo. Y como iban todos nadando hasta la playa él se animó a seguir viaje así que fuimos y vinimos nadando juntos.
A bordo hicimos una comida ligera de arroz con brocoli y huevo duro y después volvimos cada uno a lo suyo. Los chicos se fueron al agua con esponjas para limpiar el casco, Tomás juntó sus coches y empezó sus carreras, Saga haciendo el service al generador y yo…bueno, justo ahora estoy escribiendo pero no paré de trabajar!

martes, 10 de enero de 2012

Los 9

Hace unos días llegaron al barco unos amigos de Rosario con sus dos hijas.
A bordo somos 9, creo que todo un record para el Express Crusader!

domingo, 1 de enero de 2012

Shopping, shopping, shopping

Parece que nunca se acaba.
Cuando vamos de compras llenamos el barco de comida hasta por debajo de las camas y dura lo que un suspiro. Estamos todos flacos y no paramos de comer!! Será el aire de mar?
En el supermercado nos entusiasmamos con productos nuevos, cosas que nunca probamos y volvemos mas cargados de lo que deberíamos. La cosa es cuando desplegamos todo y hay que acomodar, ay, ay, ay...
Y hay veces que el barco nos da sorpresas. Cuando tenemos que guardar y ya no hay mas lugar en los lugares comunes, empezamos a guardar en cualquier lado y después nos olvidamos. Con el tiempo, abrimos una tapa debajo de algo y nos encontramos con almendras de España que nos hab;iamos olvidado o con pasta de Italia. Ahora estamos estibando mucha leche de coco, estoy tan contenta de lo barata que es acá que voy como loca comprando en todos lados! Después de pagar 4 euros en España la lata, acá pagarla 2 dolares me pone feliz, uno se contenta con poco...Tengo el barco hasta arriba de latas!
Cuando uno está en tierra y tiene la facilidad de ir con el coche a comprar cualquier cosa en cualquier momento no se aprecia lo que se tiene. Nosotros en el barco no es que nos falte nada, realmente sería muy hipócrita quejarse pero saber que uno está limitado de recursos parece que te afila los dientes! Me acuerdo en Cabo Verde cuando nos bajamos parecíamos venidos de la guerra, no parabamos de comer! Entramos a todos los bares y restaurantes de Mindhelo y pedimosde todo! Y acá pasa lo mismo! Pero claro, la diferencia es que acá en el Caribe están tan influenciados x USA que casi toda la comida es del estilo americano y claro, los chicos están felices pero nuestros estómagos no.
Mañana me toca shopping acá en Tortola, en la capital Road Town, iré al super llamado Riteaway que ya averigué que es el mejor. Está bueno encontrar una mezcla de todos lados. Importan de todas partes del mundo. Y es una pena que no produzcan nada. Es increíble que no cultiven ni una lechuga! De producción local hay solo bananas, papayas, yucas y alguna cosa mas pero hasta ahí.
Bueno, mañana iremos de excursión al super. Toda una aventura porque la dimensión de la compra es sustancial y transpasarla al barco es siempre una odisea!