Nos
fuimos con los chicos de excursión al Centro de Estudios Marinos de las Azores
que funciona en una antigua fábrica de aceite de ballenas, glup.
La
fábrica comenzó a funcionar en los años 40 y fue financiada por los americanos
que necesitaban el aceite. Desde los 40 hasta los 70 mataron 1950 ballenas.
Para
localizar a las ballenas había dos persona (“avistadotes”)en lo alto de la
montaña mirando al mar y cuando aparecía una se llamaban por radio con el
velero que estaba rondando por ahí esperando la señal. Ahora siguen los
“avistadotes” esperando las ballenas para salir con los barcos de oceanógrafos
y turistas.
Para
darle caza a las ballenas usaban unos barcos de velas cuadras que iban
navegando a la par de la ballena hasta que le clavaban un arpón unido a un cabo.
Ahí bajaban las velas y el palo y se dejaban arrastrar por la ballena
enfurecida hasta que ésta se cansaba y salía a la superficie. Entonces le
clavaban otros arpones hasta darle en el corazón y matarla. Toda una aventura
suicida. No pude saber cuántos se murieron haciendo éste trabajo de locos. Pero
no deben haber sido pocos.
Una vez
llevada la ballena a la fábrica la cortaban en pedacitos, la calentaban y
sacaban el aceite. Con la carne y huesos hacían comida para animales.
Los
chicos miraron todo con mucho interés. Tocaron los huesos de las ballenas, se
subieron a las calderas e hicieron que trabajaban toda la tarde.
También
había una exposición de fotos de un fotógrafo submarinista. Había unas fotos
increíbles de ballenas, mantas, tortugas, tiburones. Y también un video de una
caza de ballena.
La
tarde la terminamos haciendo un picnic frente al puerto donde los chicos
jugaron en el pasto revolcándose hasta cansarse. Y de ahí corriendo a la ducha
porque les picaba todo!
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