Y a la panadera qué le digo?

Nos acercamos al Mediterráneo y a nuestro antiguo lugar de residencia.

Y vengo pensando en toda la gente que me va a hacer la misma pregunta: Los chicos y la escuela.

Y vengo pensando qué decir, cómo explicar y contar en forma muy resumida todo lo que pasó éste año.

Y vengo pensando cómo decir que me dí cuenta de que la escuela no sirve, que solo domestica y encausa a las generaciones futuras en un plan de sociedad de consumo, fatalista y pacífica. Cómo decir tantas cosas sin decir, sin ofender, sin confrontar. Yo no sirvo para esas cosas pero me imagino entrando a la panadería y la gente pregunta. Y me imagino encontrándome a las profes del cole. Qué les digo? Que no sirve enseñar 1+1=2 cuando estoy convencida que 1+1 es mucho mas que dos. Y que sus preocupaciones sobre si los chicos iban a seguir el ritmo de estudio estando a bordo, en una playa se convirtió en realidad y sí, nos re colgamos y estuvimos todo el año en playas divinas, disfrutando de la vida. Y en ese disfrutar surgieron un montón de oportunidades de aprendizaje pero que no están en ninguna unidad de ningún libro.

Que nuestros hijos a bordo crecen en libertad, a su ritmo y que aprenden a SER y ser buena gente. Que el conocimiento académico ya vendrá. Que primero lo primero, que no se puede saber la tabla del siete sin antes saberse persona. Que el mundo está como está y que hay que hacer algo y ese algo no se hace con los chicos encerrados en las escuelas de 9 a 17 mientras los padres producen y producen para poder consumir consumir.

Lo que sí sé que han aprendido nuestros hijos es a tener sus tiempos y respetarlos, a defender sus ideas, a ser tolerantes, a respetar toda forma de vida, a quererse para poder querer, a valorar las relaciones humanas y saber convivir con todo tipo de gente (edades, nacionalidades, afinidades, costumbres), a ser generosos y cuidar de los demás, a saber expresarse. Qué sé yo, la lista continúa. Y cuando lo veo así me doy cuenta de todo el camino andado y todo lo desandado. Todo lo que sacamos de la mochila y todo lo que incorporamos.

Y me pone muy contenta que nuestros hijos tengan la oportunidad de estar en éste lugar, con nosotros. Aprendiendo todos, en familia. Que capaz después vuelven al cole y todos contentos pero que de ésta experiencia sacamos todos algo, eso seguro.

Y a la panadera, y, capaz que se lo digo.