Salimos del barco muy temprano, demasiado para mi gusto.
Recorrimos la isla en una van y el guía nos iba cortando una flor diferente para cada uno. Nos habló de las propiedades de diferentes plantas. Cuales usan como jabón, cuales bajan la fiebre, cuales hacen un tónico refrescante.
Comimos en un restaurante con una terraza sobre el mar, pasamos por la reserva india y a la tarde terminamos en el Emerald Pond. Es una cascada con un lago de color Esmeralda y para llegar hay que caminar unos 20 minutos por la selva. Está muy alto en la montaña y la humedad sumada a la altura hacían el clima un poco fresco. Cuando llegamos a la cascada yo ya tenía frío y toque al agua y estaba helada pero las ganas pudieron más que el frío y uno por uno nos fuimos metiendo todos.
El agua baja con una fuerza impresionante. Un lugar soñado. Ver el agua caer desde tan arriba y verlo justo desde abajo es una sensación que no me voy a olvidar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario